Al estudiar varios emprendimientos en el Ecuador que logran formalizarse como empresas, se puede observar que se repiten una serie de patrones y tendencias que caracterizan al crecimiento y madurez de éstas. Los requerimientos sobre el tipo de apoyo, asesoría, recurso humano, inversión y mercado son muy diferentes en cada una de las etapas.
Los pasos o fases se muestran a continuación:
Fase de Emprendimiento: Empieza en el momento en que el emprendedor decide iniciar su negocio, motivado por una idea, y, se prolonga hasta que empiezan las primeras ventas. Esta fase comúnmente tiene las siguientes etapas:
- Etapa 1: Concepción. – Es el momento en que una persona tiene un sueño o idea, donde visualiza una oportunidad para desarrollar un emprendimiento. Durante esta etapa se valida y reformula el potencial de la idea u oportunidad detectada.
- Etapa 2: Organización. – Cuando se crea formalmente la empresa para poder realizar operaciones en el mercado. En medio de estas dos etapas se lleva a cabo el “proceso de modelización” que es cuando los distintos componentes interactúan (la oportunidad, el equipo y los recursos). En algunas teorías del emprendimiento, es análogo al desarrollo del equipo y del producto mínimo viable. Un Producto Mínimo Viable es la versión de un producto, que permite a un equipo, recabar la mayor cantidad de aprendizaje validado sobre los clientes, con el menor esfuerzo posible.
- Etapa 3: Lanzamiento. – Es el momento en que la empresa empieza a facturar a través de sus primeras ventas. Entre las etapas 2 y 3 se la conoce como Start-up o etapa de arranque. Durante estas etapas el emprendedor tiene que sustentarse desde lo operativo, lo financiero y lo emocional. Adicionalmente en estas etapas iniciales puede no ser conveniente la formalización de una empresa, sino que pueden hacer contratos privados los socios.
Fase de Formalización: Comprende el momento en el que el emprendedor comienza la etapa de búsqueda de inversión para escalar el negocio. En este punto, ya tiene un producto que es viable y, comprende la demanda del producto. Adicionalmente tiene un equipo de personas que pueden generar productos y servicios y ha comprendido o localizado redes de distribución básicas. De aquí en adelante las necesidades de la naciente empresa son muy diferentes al emprendimiento, y cada una de las siguientes etapas puede durar años:
- Etapa 4: Crecimiento. – Es el proceso de transformación de la empresa y es el momento en el que se busca el capital para poder expandir el negocio. En esta etapa se formaliza la empresa o sociedad, se requieren los formalismos de contabilidad y asesoría jurídica en diversos temas, así como investigación de mercado y publicidad en pequeña escala. Esta etapa se caracteriza por la profesionalización de los recursos humanos. También tiene como característica, consumir altos niveles de capital de trabajo para crecer en mercado, a la vez que se invierte en capacidad de producción y gestión. La calidad y la formación del líder y del equipo gerencial generarán la potencialidad de supervivencia y crecimiento en el mercado.
- Etapa 5: Fortalecimiento. – Es cuando el negocio empieza a ser escalable, esto es, logra tener una posición en el mercado, a través de una nueva forma de administrar la empresa, que contempla el cumplimiento de planes estratégicos y modelos de negocio. Varias empresas se estancan en la etapa anterior, a menos que puedan fortalecer su estructura y gerencia, mediante gestión por procesos, cultura sólida, correcta dirección gerencial y, productos que tengan demanda en el mercado. El liderazgo y preparación del equipo gerencial es muy importante para lograr el fortalecimiento de toda la organización, la cual en este punto ya contará con mandos medios a nivel interno, y a nivel externo, diferentes canales de distribución y de comunicación que deben ser gestionados.
- Etapa 6: Madurez. – La empresa genera retornos económicos a los accionistas. En este punto la(s) marca(s) está(n) posicionadas, los productos y servicios gozan de participación de mercado en sus nichos y la empresa está en capacidad de invertir en nuevas líneas. Las empresas maduras sabias realizan estudios de mercado a diferentes niveles para sacar provecho a cada dólar, tienen equipos que pueden gestionar los resultados de los estudios y generar estrategias que son puestas en práctica por equipos experimentados. En madurez es importante reinventar las líneas de negocio según su ciclo de vida y poner atención a las empresas nuevas que pueden tener ideas disruptivas que afecten al mercado.
Varios autores estudian al emprendimiento y la formación de empresas desde diferentes ópticas, por lo que se han desarrollado muchas metodologías descriptivas y “recetas” para el emprendimiento. Es importante saber que las necesidades en cada nivel son diferentes y, por tanto, la asesoría y servicios externos son diferentes para cada etapa.
“Todos los emprendedores” han tenido que pasar por procesos de “alquimia” del mismo ser, para llegar a convertirse en empresarios. Estos procesos de crecimiento, mental y psicológico del líder o de los líderes implican muchos sacrificios personales, como: aprender a lidiar con la riqueza y la pobreza de los tiempos empresariales buenos y malos, a la vez, que deben motivar al personal y guíar a la empresa en rutas de negocios donde nadie les dice qué hacer porque las circunstancias, en cada caso son diversas, y, deben inventárselo todo. Es el juego combinado de inspiración, fe y experiencia.
Autor: Salomón Acosta
Fuentes:
Boletín Novedades PyME, UASB, Ecuador (varios años)
Sanchez Checa, UICUMARR, Argentina
Stevens Hugo, SG, México