Ni una encuestadora le atinó en las últimas elecciones ¿Por qué?

Ni una encuestadora le atinó en las últimas elecciones ¿Por qué?

Decir que las encuestadoras tuvieron miras de motivar alguna intención de voto para favorecer intencionalmente a algún candidato, no lo puedo afirmar de ninguna manera; pero si puedo comentar sobre los terribles métodos de muestreo y herramientas muy mal diseñadas que vi de muchas encuestadoras que se dedican a política.

ENCUESTAS ELECTRÓNICAS

Observé una gran cantidad de encuestas en Facebook y varias redes sociales como Whatsapp, entre otras que no tienen representatividad alguna y sus sesgos son enormes:  Para contestar esas encuestas, primero las personas deben tener computador o teléfono inteligente e internet, eso ya elimina a una parte de la población, que según la ciudad dónde se lo practiqué, puede llegar al 40%, no solo por acceso tecnológico sino por los rangos etarios del uso de las redes sociales y las tecnologías necesarias.  Luego, en redes sociales, las encuestas se mueven en las redes de los amigos.  Es decir, si soy de cierto grupo social, se moverá en mis redes y las redes de contactos de mis redes, sesgando nuevamente los resultados y eliminando la calidad de muestreo.   Adicionalmente, dependiendo de los tipos de software, puede haber “trolls”, esto es, personas que mediante una o varias identidades votan más de una vez por el mismo candidato, para favorecer a esa persona, especialmente si los resultados son públicos.  

Para este tipo de estudios, es decir elecciones, no se puede confiar en medios electrónicos, al menos no únicamente.  Este tipo de herramientas pueden ser correctas para otro tipo de productos o servicios en segmentos específicos, caso contrario, el sesgo es excesivo y, por tanto, los resultados en vez de dar luz confunden.

MUESTREO

Para que la muestra sea representativa en la universidad hacen énfasis en el número de encuestas únicamente.  Un amigo me dijo “estoy seguro de mi muestra, es infalible, tiene 1200 observaciones”.  Sin embargo, eso no es suficiente, es solo un gasto innecesario.    Es mucho más importante que las muestras sean recolectadas de varios subconjuntos poblacionales (incluyendo lugares alejados) para comprender el comportamiento del todo, de forma técnica.  Por ejemplo, en el cantón Quito, por costos estoy seguro de que la mayoría de las encuestadoras no tomaron muestras de Conocoto o Lloa, así como la Cima de la Libertad o zonas de Tambillo o Carapungo que están más alejadas.  Esto hace que las mediciones no sean exactas, y no es debido al número de observaciones únicamente sino especialmente al diseño de recolección de muestras en campo.   Otro error que observé cometen las encuestadoras políticas por presupuesto, es utilizar brigadistas de una lista o movimiento político para levantar datos, ya que tienen sesgo por su favoritismo al candidato y no tienen experiencia en la aplicación de encuestas. 

Por eso es que NADIE sospechaba que en Quito Paco Moncayo quedaría tercero y Jorge Yunda primero a la alcaldía, o que el Capi Zapata no llegaría a la prefectura. 

Estos fenómenos se repitieron en varias ciudades como Cuenca, Rumiñahui, Ibarra, entre otras, es decir, nadie le atinó en las encuestas.

SUGERENCIA

Una buena encuesta es aquella que, de forma aleatoria, tome en cuenta no solo el número de observaciones sino la calidad al considerar subconjuntos poblacionales alejados de manera ponderada, lo cual es la única manera de asegurar calidad.  Hay varias fórmulas estadísticas para probar un correcto muestreo. Si bien es más costoso, es el método muestral necesario para que el resultado represente a la población.

Si lo van a hacer mal, mejor no lo hagan, perjudican al cliente. 

Al presentar un informe, sería recomendable que se incluyan notas del tipo de herramienta y canal de recolección de información, así como notas sobre la toma de muestra, su diseño y características del trabajo en campo.

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